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El Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares se sitúa en la zona centro de la península Ibérica, en territorio de la Comunidad de Madrid, al noroeste de la ciudad de Madrid. Su límite septentrional lo establece Cuerda Larga, ramal de la sierra de Guadarrama, donde se encuentran las cotas máximas del Parque Regional.
Esta alineación montañosa actúa por un lado, de contrafuerte meridional del valle del Lozoya y, por otro, de apoyo norteño al macizo de la Pedriza de Manzanares, el enclave más emblemático del Parque. Por el sur, y tras el escalón de la falla de Torrelodones, el Parque limita con el monte de El Pardo, enclave muy próximo a la ciudad de Madrid, al que rodea para garantizar su protección. Hacia el este, se extiende hasta el Soto de Viñuelas y el Coto Pesadilla, lugares de especial interés conservacionista. La cota máxima y mínima del Parque oscilan entre los 2.383 metros de Cabeza de Hierro Mayor, en Cuerda Larga, y los 620 metros de la finca las Pueblas, en el término municipal de Colmenar Viejo.
El Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares es el espacio protegido más antiguo y, quizás, el más emblemático de la Comunidad de Madrid. Prueba de ello es que ya en 1930, la Pedriza del Manzanares fue declarada "Sitio Natural de Interés Nacional", por su singular belleza. Posteriormente en 1.978, dado que el aumento del turismo de montaña afectaba cada vez más a sitios de alto valor ecológico fue necesario que se reclasificara como Parque Natural, ampliando los límites marcados anteriormente.
No tardó en surgir la idea de conectar este paraje emblemático de la Sierra madrileña con otro tesoro natural, la mancha de encinar que constituye el Monte de El Pardo, a escasos kilómetros de la capital. El nexo de unión de ambas joyas naturales de la Comunidad de Madrid, sería el río Manzanares y los parajes circundantes que disfrutaban (y lo siguen haciendo) de una transformación más leve que otras zonas de la Sierra, manteniendo usos tradicionales y niveles de conservación notables. Con las ampliaciones posteriores (años 1987, 1991, 1993 y 2003) establecieron la superficie actual en torno a las 52.800 ha.
La armonía lograda entre el desarrollo de las poblaciones locales y la conservación del medio natural propició que en 1992 el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares entrara a formar parte de la Red Internacional de Reservas de la Biosfera.
Fuente:http://www.parqueregionalcamanzanares.org
El Parque presenta una notable variedad faunística ligada a los distintos ecosistemas. Así, se han citado 286 especies de vertebrados. Además, se han observado 61 de las 91 especies de vertebrados incluidos en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna de la Comunidad de Madrid.
Entre los anfibios destaca la presencia de la rana patilarga (Rana iberica), endemismo ibérico que habita en los arroyos y regatos de aguas limpias de la sierra, compartiendo hábitat con la salamandra común (Salamandra salamandra) y el sapo partero común, cuyo nombre se debe a una peculiaridad reproductiva, los machos transportan los huevos fecundados enredados en sus patas, hasta el momento de su eclosión. En zonas de menor altitud la diversidad de anfibios aumenta y aparecen especies como el tritón pigmeo (Triturus pygmaeus), la ranita de San Antonio (Hyla arborea), la rana común (Pelophylax perezi) o el sapo partero ibérico (Alytes cisternasii), otra especie endémica de la Península.
En cuanto a los reptiles que viven en el Parque Regional, hay que hacer mención especial al galápago europeo (Emys orbicularis), pues está incluido en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna de la Comunidad de Madrid como En Peligro de Extinción. Además de éste, otros tres reptiles presentes en dicho catálogo habitan en el Parque, el galápago leproso (Mauremys leprosa), la lagartija carpetana (Iberolacerta cyreni) y la culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis).
No obstante, el grupo de vertebrados más destacado del Parque Regional, tanto en número como en variedad de especies, es el de las aves. La diversidad de ecosistemas del Parque permite la existencia de distintas comunidades orníticas de interés. Así, el entorno de la sierra y, en especial, la Pedriza alberga una rica comunidad de aves rupícolas, en la que destaca la mayor colonia de buitre leonado de la Comunidad de Madrid. En este medio, además de otras rapaces amenazadas como el águila real (Aquila chrysaetos), el halcón peregrino (Falco peregrinus) o el búho real (Bubo bubo), aparecen especies como el roquero solitario (Monticola solitarius), el avión roquero (Ptyonoprogne rupestris), el acentor alpino (Prunella collaris) e incluso se han dado algunas citas invernales de treparriscos (Tichodroma muraria).
Fuente: http://www.parqueregionalcamanzanares.org
Biogeográficamente, el Parque Regional se incluye en la provincia Carpetano-Ibérico-Leonesa, sector Guadarrámico. Este sector está considerado como el más continental del Sistema Central. El amplio rango altitudinal de este espacio protegido permite diferenciar hasta cuatro pisos bioclimáticos: mesomediterráneo, supramediterráneo, oromediterráneo y crioromediterráneo.
La vegetación potencial se corresponde con distintas series dependiendo del piso bioclimático. Las más destacadas serían: la del encinar carpetano mesomediterráneo, caracterizado por la pobreza del sotobosque debido al clima continentalizado que soporta; la supramediterránea carpetano-ibérica subhúmeda silicícola del roble rebollo o melojo (Quercus pyrenaica), la más continental y empobrecida florísticamente de las series del melojar del Sistema Central; la oromediterránea guadarrámica silicícola del enebro rastrero (Juniperus communis subsp. alpina) que incluye pinares albares, piornales de Cytisus oromediterraneus y enebrales rastreros y la crioromediterránea guadarrámica silicícola de Festuca indigesta, constituida, en su etapa más madura, por un pastizal abierto dominado por hemicriptófitos de porte almohadillado.
Pero este esquema general se complica notablemente debido a la complejidad orográfica del terreno y a las actividades humanas que se desarrollan en esta área, lo que enriquece notablemente la variedad de ambientes, formando un gran mosaico de ecosistemas dentro del Parque.
Esta notable variedad de ecosistemas, unida al excelente estado de conservación de muchos de ellos, propicia que el Parque Regional posea una gran biodiversidad. Respecto a la flora, además de albergar especies con gran valor ecológico, dada su rareza o singularidad, como el narciso de los prados (Narcissus pseudonarcissus subsp. confusus), incluido en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Comunidad de Madrid, en la categoría de En Peligro de Extinción, el Parque contiene formaciones vegetales singulares con un elevado valor botánico como el sabinar de sabina albar (Juniperus thurifera) de Becerril de la Sierra; la vegetación de las cumbres de la Cuerda Larga, con una notable representación de endemismos guadarrámicos y del Sistema Central; los alcornocales de la Sierra de Hoyo de Manzanares; las formaciones de abedul de la Pedriza o los pinos silvestres centenarios de la sierra del Francés (Manzanares el Real).
Además en esta zona la diversidad de ecosistemas del Parque, favorece la presencia de una infinidad de especies de hongos, estando permitida la recolección de setas siguiendo una serie de normas básicas para no afectar negativamente al ecosistema.
Fuente: http://www.parqueregionalcamanzanares.org
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